Hablar de orden y limpieza en Gaztelueta es hablar de educación integral, de hábitos que van más allá de lo académico y que forman parte del modo de ser y de vivir de nuestros alumnos. Desde sus orígenes, el colegio ha cuidado al detalle no solo la excelencia académica, sino también el entorno en el que se desarrolla la vida escolar, convencido de que los espacios también educan y transmiten valores. Un aula ordenada y limpia es el reflejo de una comunidad que respeta lo que es de todos, que valora el esfuerzo compartido y que entiende que cada pequeño gesto influye en la convivencia diaria.
Orden y limpieza como parte de la Guía de estilo
La Guía de estilo de Gaztelueta subraya que el cuidado de las instalaciones es un deber de todos y no una tarea reservada al personal de limpieza o al profesorado. Cada alumno aprende que mantener su aula en buen estado es una forma concreta de mostrar respeto hacia sus compañeros, hacia sus profesores y hacia quienes cada día trabajan para que encontremos las clases listas y acogedoras. En ese sentido, el orden y la limpieza no se entienden como normas externas que hay que cumplir por obligación, sino como hábitos que nos ayudan a crecer, a organizarnos mejor y a vivir en un ambiente más armónico.
Un aula en la que las mesas están bien alineadas, las mochilas colgadas en las sillas, los cajones vacíos, las estanterías libres de objetos acumulados y el suelo limpio transmite serenidad, favorece la concentración y mejora la disposición de los alumnos para aprender. No es casualidad que las mejores experiencias de estudio se den en un entorno cuidado, porque la mente se organiza mejor cuando el espacio exterior también lo está. Por eso insistimos en que el orden y limpieza en Gaztelueta no es un detalle secundario, sino un aspecto básico para el buen desarrollo de nuestro proyecto educativo.
El Concurso de Clase Limpia en Primaria
Con el objetivo de reforzar estos hábitos de manera lúdica y motivadora, este curso se ha puesto en marcha el Concurso de Clase Limpia en 4º, 5º y 6º de Primaria. Esta iniciativa, inspirada en la Guía de estilo, busca implicar a los alumnos en la responsabilidad de cuidar sus aulas y hacerlo de manera constante, no solo cuando alguien les recuerda la importancia de hacerlo. El concurso se basa en revisiones aleatorias que pueden tener lugar en cualquier momento del día, ya sea durante una clase, en el descanso o incluso al mediodía durante el tiempo de comedor, lo que motiva a mantener el aula en buenas condiciones en todo momento.
Lo más interesante es que en el proceso de evaluación participan tres actores distintos. En primer lugar, los propios alumnos, que asignan una puntuación del uno al tres en función de los niveles de limpieza y orden que encuentran en las clases. En segundo lugar, los profesores de Gaztelueta, que aportan su visión formativa y pedagógica, animando a los chicos a mejorar. Y en tercer lugar, el personal de limpieza de Gaztelueta, que con su experiencia valora de manera objetiva el esfuerzo real de cada grupo y asigna puntos semanalmente. Esta triple mirada ayuda a los alumnos a comprender que el orden y la limpieza en Gaztelueta es una responsabilidad compartida que nos implica a todos.
Qué se valora en el concurso
Los criterios de evaluación son claros y muy concretos. Se revisa que el suelo esté limpio y libre de papeles, libros o mochilas, que las estanterías mantengan todo el material en su lugar sin acumular objetos, y que las mesas estén bien alineadas, con las mochilas colgadas de las sillas y los cajones vacíos. De esta forma, se garantiza que cada aula sea un espacio ordenado, funcional y acogedor. El objetivo no es solo evitar el desorden, sino también crear un ambiente en el que se respire armonía, donde cada alumno pueda concentrarse mejor y donde se transmita la idea de que lo que ocurre en el aula tiene importancia.
El Concurso de Clase Limpia también incorpora un elemento motivador a través de los premios. Cada mes, la clase ganadora disfruta de un patio especial, un reconocimiento que refuerza el valor del trabajo constante. Además, a nivel trimestral, el grupo que más puntos haya conseguido celebra una merienda de clase, que fomenta la convivencia y la alegría de compartir juntos el fruto del esfuerzo común. De este modo, los alumnos descubren que el orden y la limpieza no solo benefician a cada uno de manera individual, sino que aportan ventajas a todo el grupo.
Orden y limpieza como aprendizaje vital
Más allá de la competición, el verdadero valor del concurso está en la formación que transmite. El orden y limpieza en Gaztelueta no se concibe como una simple norma, sino como una manera de ejercitar la responsabilidad personal, la colaboración y el respeto por los demás. Cada alumno entiende que su pequeño gesto —recoger un papel, alinear su mesa, guardar la mochila en la silla— contribuye al bienestar de todo el grupo, y que el descuido de esos detalles repercute en todos. También aprenden a agradecer y respetar el trabajo del personal que se esfuerza cada día en mantener las instalaciones impecables, comprendiendo que el respeto hacia las personas incluye también el respeto hacia los espacios que compartimos.
La Guía de estilo insiste en que el orden exterior ayuda a cultivar el orden interior. Cuando los alumnos se acostumbran a mantener su clase en condiciones, desarrollan una mayor capacidad de organización personal, aprenden a trabajar con disciplina y descubren que los detalles también educan. Una clase limpia y ordenada es un recordatorio constante de que en Gaztelueta lo que hacemos tiene valor, de que cuidamos lo que es de todos y de que la educación se refleja no solo en las lecciones aprendidas, sino también en los pequeños hábitos y detalles de cada día.
Un estilo de vida en Gaztelueta
En definitiva, hablar de orden y limpieza en Gaztelueta es hablar de estilo de vida, de una forma concreta de entender la educación como algo que abarca todas las dimensiones de la persona. El Concurso de Clase Limpia es solo un ejemplo de cómo podemos integrar nuestra Guía de estilo en la vida cotidiana, ayudando a los alumnos a descubrir que cuidar los espacios compartidos, mantener el orden y valorar el esfuerzo ajeno es también una manera de crecer como personas. Porque en Gaztelueta creemos que la verdadera educación no consiste únicamente en transmitir conocimientos, sino en aprender a vivir con respeto, responsabilidad y cuidado en cada gesto, en cada aula y en cada rincón del colegio.
